El subgénero de videojuegos de rol Roguelike debe su nombre al clásico Rogue de 1980. En este título las mecánicas principales eran una intrincada exploración de mazmorras procedurales o generadas aleatoriamente y la muerte permanente, dando pie a un número interminable de partidas diferentes. Hay títulos que toman inspiración y alguna de estas premisas sin llegar a adoptarlas tal cual. Por ejemplo, conservando algunos elementos al final de cada partida, permitiendo así ir avanzando cada vez más a base de conservar mejoras e ir conociendo los secretos hasta terminar el juego. A este tipo de videojuegos se les suele dar la denominación de «Roguelite».