Tras intentar hacerse un hueco en la industria con Telstar, una serie de consolas inspiradas en Pong que intentaron sin éxito replicar su popularidad, Coleco lanzó al mercado su segunda videoconsola. En 1982, con ColecoVision sí llegaría a suficiente público como para que fuese rentable, llegando incluso a considerarse de gran éxito pese a comercializarse durante apenas dos años, como consecuencia de la crisis del videojuego de 1983. El sistema ofrecía un rendimiento similar a su principal competidora, Atari 5200, incluyendo cartuchos intercambiables, permitiendo reproducir títulos arcade con gran calidad y juegos como Donkey Kong o Pacman, entre otros, gracias a un acuerdo de licencia con compañías como Nintendo, Namco, Konami o Sega.