Tras la PC Engine o TurboGrafx-16, que había tenido cierta popularidad, especialmente en Japón, NEC sacó al mercado su sucesora, PC-FX. Esta consola, que ya solamente reproducía CDs, tenía ciertas peculiaridades, como su similitud con un ordenador de torre. Se lanzó en plena transición a los 32 bits, para lo que usó un sistema que se quedó algo obsoleto frente a las consolas de Sega y Sony, Saturn y Playstation, respectivamente, las cuales irrumpieron con fuerza en el mercado. Esto provocó que PC-FX se comercializase solamente en Japón ante la falta de garantías de que fuese a tener éxito a nivel internacional. Sus ventas no fueron buenas y se descatalogó en 1998. Tras este fracaso, NEC Corporation terminaría por retirarse de la industria del videojuego para centrarse a partir de entonces en otras tecnologías y dispositivos.